Caminas como una mujer en sufrimiento
Ahora no importara decirme el ¿Porque?
Viniste solo, dejándonos degustar el momento
Dejándome destrozado una vez más
Vienes como un huracán manchado de sangre
Déjame solo, Ahora déjame ser “yo”
Llegas como un santo clamando redención
No lo quiero decir, conozco la razón.

Es que estoy enfermo y no puedo dejarte
Cuando el corazón se enfría, no hay esperanza, y lo sabemos
Que estoy lisiado por todo lo que me hiciste hacer
En el abismo correré.

No sabes que tu poder esta echo para mí
Quiero saber si me sanare por dentro
No puedo continuar con un holocausto apunto de suceder
Viéndote reír otra ves
Nunca sabrás como tu cara me cautivo
Mi alma tuvo que sangrar esta vez
Otro hoyo en la pared de mis defensas interiores
Dejándome sin respirar, conozco la razón.

Es que estoy enfermo y no puedo dejarte
Cuando el corazón se enfría, no hay esperanza, y lo sabemos
Que estoy lisiado por todo lo que me hiciste hacer
En el abismo correré.

En el abismo correré.

Caminas como una mujer en sufrimiento
Ahora no importara decirme el ¿Porque?
Viniste solo, dejándonos degustar el momento
Dejándome destrozado una vez más
Vienes como un huracán manchado de sangre
Déjame solo, Ahora déjame ser “yo”
Llegas como un santo clamando redención
No lo quiero decir, conozco la razón.

Es que estoy enfermo y no puedo dejarte
Cuando el corazón se enfría, no hay esperanza, y lo sabemos
Que estoy lisiado por todo lo que me hiciste hacer
En el abismo correré.

En el abismo correré.
Y no puedo dejarte ir
Si soy un enfermo y no puedo dejarte ir.

Toda mi vida fui una perfecta ausencia,

Fui hogar de muchos nómadas,

Y tan solo un viejo jardín olvidado.

Jamás tuve algo que merecer, ni tampoco algo para quedarme.

Todo tenía que ver con una pregunta y con una vida llena de dudas.

Quise probar mi fe, y seguí caminando. Soporte lo que me dije mil veces no poder.

Fue cuestión de tiempo para que mis alas fueran desterradas de la luz, manchadas con las gotas que caían desde aquella penumbra, que tanto miedo me daba. Ahora estaban negras, ya nadie las miraba, estaban vacías, amargas y débiles.

Cerré los ojos y coloqué mis palmas en ellos. Era más fácil cuando no podía ver, lastimé mis pies pero aún conservaba el vuelvo. Más aún, seguí caminando.

Siete vientos destrozaron mi cara, siete soles me quemaron por dentro, siete lunas fueron mi consuelo y en siete mares vagaban mis lágrimas.

Hasta que un día, dolida por dentro, con rabia y locura, me arranqué siete plumas y las dejé caer en siete suelos distintos.

Y todo cambió,

Siete ángeles lloraron de envidia, siete envidias hicieron crecer una esperanza, me dejé caer rendida, y golpeé el suelo siete veces, gritando.

En ese día te vi llegar, estabas mirándome, estabas abrazándome, desde lejos. Cual era el propósito que escondías, quise saber. Mis ojos se perdieron en aquel bello resplandor, desplegaste tus alas y las plegaste siete veces, y en ese mismo instante recibí siete caricias, que me llovían dentro. Caminabas sin ninguna preocupación, las manos en el bolsillo, como si nada de lo que había ocurrido merecía mi dolor. Me limpiaste las heridas, con tan solo pronunciar siete veces mi nombre en silencio. Todo lo olvidé, lo guardé en el fondo sin fondo, abismo opaco, donde mi corazón drena todo aquello que lo roce con espinas.

Siete costuras distintas, entrelazaron nuestras almas, se podía sentir nuestro eterno resplandor renaciendo, rezaste siete veces por mi, y sanaste el mundo monocromático que se adueño de mis alas.

Mi ángel, que aquellos días vividos en el parque, nos llenaron de paz. Dejaste que tu luz se filtrara en mí, dibujaste en aquellos viejos muros, las más dulces historias que mis pobres retinas se rehusaban a ver.

Mi espalda ya no pesa, contigo a mi lado, nada es malo. Nada es bueno, solo es vida.

dedicado al mejor hermanito del mundo: Chichan.

Rushia.-

HOY LOS DIOSES SE HAN ARRANCADO LOS OJOS
Y ME LOS HAN OFRECIDO.
LOS TENGO EN MIS MANOS, Y A TRAVÉS DE ELLOS...
MORÍ UNA Y OTRA VEZ, AL VER LO QUE HICISTE CONMIGO.

TODO TIENE SUS CONSECUENCIAS,
Y HOY EL KARMA ES TU MAYOR CASTIGO.
POR TODAS LAS MENTIRAS
POR TODAS LAS PROMESAS,
POR AQUELLAS COSAS, QUE DEJASTE IR.
KARMA, AMIGO...KARMA!

Sylia.-

Buenas tardes, uhm... jueves sin clases. Se siente bien.
No estoy de humor hoy, pero tapoco quiero abandonar ésto.
¿Por qué el título?

Que harta que estoy de ésta sociedad careta. Bien lo dice el dicho, pueblo chico infierno grande.
Me paso por abajo las normas antiética que te imponen, no soy esteriotipada, ni tampoco un robot. No me importa estar en el suelo y tragar tierra.
No me importa la jaula que ellos crearon para mi, ni tampoco que me prohíban la expresión física exterior. La humillación que ustedes quieren que sienta, solo alimenta mi fe y confianza en lo que hoy soy.
Me pueden sacar los ánimos, la palabra y el por qué. Pero jamás me van a sacar lo que nunca tuve, ni lo que quieren que tenga. Para eso no guardo ninguna lágrima.
Lo que permanece a mi alrededor, tiene convicción, voluntad propia, fuerza y vida. No me pertenece, pero de alguna manera estoy conectada, son gente que elige y siente, que me soporta y me contiene. Son cosas que no pueden destruir, porque el cimiento es más persistente de lo que piensan.
Llévense lo que quieran, voy a soportar que me lo arranquen y me lo refrieguen por la cara, soporto todo. De todas maneras, dps de todo... aquello que me fue quitado, puede volver solo, o directamente quedarse allá en el sistema. No me importa... yo solo tengo ojos para aquello que me hace crecer, lo demás es basura, algo que me da lástima y que por más que ahora tengan país, voy a estar ausente a esa nacionalidad de los hipócritas.
Acá pareciera que está la universidad de los políticos.
Acá pareciera que la gente ve mejor cuando cierra los ojos.
Y nos llaman locos, por tener pupilas de fe, a los que queremos ver y no dormir.


Que tristes pueden resultar las decepciones, creer que alguien es como vos,
y te das cuentas que es igual de kareta que la gente que odia.
Me da lástima, y asco.
Me sentiré frustrada y tendré rencores, pero son heridas que se desinfectan, con el tiempo.
No quiero guardarme ni aquellas palabras irónicas que escuche salir de tu boca, después de todo, alguien que no sabe donde está parado, ni lo que quiere o tiene, solo habla por hablar, vive por vivir y al final.. que pasó? te comío el sistema, ahora sos igual y peor, sos marca registrada. Las mentiras tarde o temprano se descubren,

Sylia.-

Dices quererme como nadie me ha querido

Dices poner en mi boca verdades con filo

Que cortan, que duelen, ¿como carajo te atreves?

Y dices a los cuatro vientos que soy caprichosa

Que no tengo remedio, así tan fría…tan odiosa

Que no se lo que quiero, que lo que quiero es ganarte.

¿Entonces dime, porque piensas que estas adentro mío?

¿Acaso yo corte una rosa y la mojé en el río?

¿La lleve punzante en mis manos para lucirla frente tuyo?

Ay! por Dios, y ¿aún sigues diciendo que estás adentro mío?

Que risa me da todo esto… ¡no, no puedes! Lo siento… ¡que pena!

Sal ya de mi mirada, la luna estaba donde no miraste, donde esta mi camino.

¿Dices estar enamorado?

¿De mí?, que siempre cause problemas,

Daba lástima y siempre andaba en pena…

Que mal…querido que te hallas enamorado de todo eso

¿No es que preferías no estar dentro mío?, mirar otro lado y ¡adiós nunca te he visto!

Que enfermizo que es esto, porque cuando yo corte miles de rosas morían y morían…

Jamás las juntaste, eran tan pequeñas e insignificantes

No eran grandes, no eran perfectas

Y tú nunca las amaste, solo las usaste

Y ahora para ti valen oro, y juntas los pétalos

Y los guardas y los perfumas

Pero sabes algo… no puedes, porque ni siquiera tienen esencia…

¿Y dices aún estar adentro mío?

Mejor olvídate de ello… ¡no!

No estas dentro mío….

Estas a fuera, en frente mío

Así yo te observo, con tu misma mirada

Si, así es, aprendí a imitarla…

Y te observo, y solo te observo,

Y tu te caes…caes y no paras de golpearte

Y yo…y yo… por fin descanso en mi pérgola

A ver dime… ¿que se siente no estar dentro mío?

Sylia.-

Más que eso.

Como empezar a escribir la escena que pasa por mi cabeza.
Yo te lo cuento, o al menos eso trato.
El día es fresco y de otoño. Cuando se abre la ventana la misma brisa te rosa los labios resecos. Te desperezas esperando crecer unos centímetros más, mientras la cabeza empieza a punzar. No sé, ¿a vos nunca te paso? Yo siempre cuando me desperezo, tengo dolores de cabeza.
En fin, está muy cómodo, pero me levanto igual. Ese día es perfecto.
Estoy sola en casa, y el silencio juega con los ruidos…

Sylia.-