El espíritu de las estaciones
había derramado bendiciones
sobre la eterna brisa
y nuestras voces se perdían en el viento.
En esos días, recuerdo tantas caras.
Algunas que todavía están presentes,
otras las he olvidado...
Por alguna razón, quiero volver a esos días.
Extraño las expectativas, las cálidas ilusiones.
Tardes en el parque,
ciudades que lloran al atardecer.
Ese nuevo rostro que apareció en mi vida.
Cuánto lo anhelaba en mis días, y ahora...
ya nada es mágico.El misterio, las cálidas mañanas.
La vida en el trabajo,
la siembra de chances.
La isla, nuestra familia.
Los visitantes,
Por favor, no desaparezcan.
Éste invierno me está matando,
Éste invierno me está matando,
y de a poco...
voy olvidándome de quien soy.
Esperando, sigo esperándo.