Cuando hay desesperanza,
Y se avecinan victorias perdidas,
Cuando el miedo corre a paso de las bestias
Y te deja ciega el silencio cortante del viento,
¿Quién estará ahí para sostenerme?
Dejé caer el humor al suelo,
Se hizo añicos.
Aún así, me resigno, quiero juntar algunos pedacitos.
Pero todavía no amanece, hay oscuridad.
Mis brazos me abrazan,
Y mis rodillas se contraen.
Mis manos frías, que sacan la temperatura del corazón helado.
Esa voz que sale de adentro,
Que dice que hay que aprender a vivir en la miseria,
Porque de ella está la pasión cuando nos encontramos cara a cara con la felicidad.
¿Qué estoy esperando? Hay algo que presiona en el pecho, pero no quiere salir.
Hay olor a nostalgia, cuando miro por la ventana.
Hace frío, pero el ambiente se asemeja a mis amadas noches de verano.
Con quién esperaré hasta la madrugada para ver la televisión,
Quién vendrá a buscarme para ir al parque,
Volveré a recuperar aquella inocencia por al cual tanto lloro, y cuánto me ha dado.
Pero un día se fue sin dejar rastros, algún adulto la ahuyentó.
Y aquí quedé yo.
Siendo niña todavía, vivido tantas vidas.
En ésta habitación voy ahogando mis suspiros,
Para salir completamente vacía.
Todavía espero, aquella mano cálida en mi hombro.
Siento esa amabilidad aunque tan solo la imagine,
Y ya todo está calmo de nuevo.
Y se avecinan victorias perdidas,
Cuando el miedo corre a paso de las bestias
Y te deja ciega el silencio cortante del viento,
¿Quién estará ahí para sostenerme?
Dejé caer el humor al suelo,
Se hizo añicos.
Aún así, me resigno, quiero juntar algunos pedacitos.
Pero todavía no amanece, hay oscuridad.
Mis brazos me abrazan,
Y mis rodillas se contraen.
Mis manos frías, que sacan la temperatura del corazón helado.
Esa voz que sale de adentro,
Que dice que hay que aprender a vivir en la miseria,
Porque de ella está la pasión cuando nos encontramos cara a cara con la felicidad.
¿Qué estoy esperando? Hay algo que presiona en el pecho, pero no quiere salir.
Hay olor a nostalgia, cuando miro por la ventana.
Hace frío, pero el ambiente se asemeja a mis amadas noches de verano.
Con quién esperaré hasta la madrugada para ver la televisión,
Quién vendrá a buscarme para ir al parque,
Volveré a recuperar aquella inocencia por al cual tanto lloro, y cuánto me ha dado.
Pero un día se fue sin dejar rastros, algún adulto la ahuyentó.
Y aquí quedé yo.
Siendo niña todavía, vivido tantas vidas.
En ésta habitación voy ahogando mis suspiros,
Para salir completamente vacía.
Todavía espero, aquella mano cálida en mi hombro.
Siento esa amabilidad aunque tan solo la imagine,
Y ya todo está calmo de nuevo.