Cuando tu corazón llore, cierra los ojos y escucha las canciones de tu alma.
Observa el majestuoso cielo que llevas dentro.
Y si llegaras a sentir que del vacío brotan miedos y angustias, no olvides que de esa tierra enfermiza nacerá la vida. Porque tu corazón se descompondrá muchas veces pero de la humedad y soledad de tu tierra nacerá un nuevo fungi de cristal y dará vida a tu verde alma.
Que la compasión te inunde y lave la orilla de tu océano. Se llevará con la marea aquellas penas y traerá nuevas esperanzas en la aurora de tus mañanas.
Cuando llegué la hora de abandonar tu lugar, empieza a hacerlo en soledad. Y cuando esa soledad parezca aplastarte y te cubras los ojos, sentirás mis cálidas manos sobre las tuyas. Las tomaré y las alejaré de tu rostro.
Caminaremos en compañía, te estaré esperando para viajar. Justamente allí, al lado tuyo, ni más ni menos cerca. De mi no saldrán consejos ni quejas, solamente voy a guiar tus manos, y caminar contigo.
Avanzaremos por la costa del universo, y flotaremos en suaves olas de amor.
Y si te da miedo volar, porque tus alas están pequeñas, no te preocupes. Nuestro ángel ha venido a prestarnos sus alas.
Aún cuando lo que desees no esté a tu alcance y la felicidad parezca haberse mudado de tu tierra, voy a estar a tu lado. Y si te pincharas tus pies con las espinas del dolor, yo estaré para sacarlas. Y si te enojas, yo voy a enfrentar tus palabras. Y si te ríes, yo voy a estar para que cada vez lo hagas más fuerte. Y si lloras y te duele, yo voy a poner el pecho al lado del tuyo, para que se haga más ligero. Y si llueve y te mojas, me mojaré contigo. Hasta que nuestros ángeles nos cuiden bajo sus grandes alas.
Te voy a llevar siempre en mis pensamientos, te amaré siempre, hasta cuando tu cuerpo se vuelva brisa. Porque tu amistad va más allá de lo eterno y lo real. Recorre vidas, y tiempos. Transcenderá cada cielo y se filtrará en cada lugar donde vaya.
No hay miedo ni barrera que frene las ganas de vivir cuando estoy en sincronía contigo.
Te quiero.~