Aturdida de vacíos,
Hermosas palabras dejé escapar,
Enceguecida por la inseguridad,
Solo esperanzas banas conseguí atrapar.
En aquella fingida calidez, miles de estrellas se estrellaron en la pared.
Pálidos cristales quedaron congelados en su desnudez , luceritos inmensos ahogados en esa pequeñez.
Cuchillos de miedo afilaban mi cuerpo, más yo sin un mundo, solo lamentos podía mendigar.
Como iba a poder pensar, que un hereje en el amor
Tan pronto te iba a hallar.
¡Hay de mí, con ésta cabeza ilusa!
Que por compartir mi cielo contigo, recibo más soles de los que alguna vez pedí.
Y es que, cuando estoy allí, y te veo, la aguja deja de presionar el pecho.
Porque aunque algo duele, contigo me gusta reír
Y eso que tanto quema, se apacigua con la calma de tu andar.
Ya no ardo en éste infierno que deje surgir en mi piel
Es que caminando contigo, solo queda el aroma de un dulce despertar.
Tu que tienes tanta simpleza de ser, dominas la complejidad de la que siempre debo beber.
¡Y el tiempo ya no es tiempo! ¡Ni yo soy yo!
Mis más tristes hábitos, dejan de existir.
Mis tristes ojos, comienzan la regresión.
Y vuelven a las tierras, donde alguna vez deje lo infinito de mi alma.
Aunque por cierto, jamás lo sabrás.
Rushi.-
Mucho que estudiar -.- indeed,
Hermosas palabras dejé escapar,
Enceguecida por la inseguridad,
Solo esperanzas banas conseguí atrapar.
En aquella fingida calidez, miles de estrellas se estrellaron en la pared.
Pálidos cristales quedaron congelados en su desnudez , luceritos inmensos ahogados en esa pequeñez.
Cuchillos de miedo afilaban mi cuerpo, más yo sin un mundo, solo lamentos podía mendigar.
Como iba a poder pensar, que un hereje en el amor
Tan pronto te iba a hallar.
¡Hay de mí, con ésta cabeza ilusa!
Que por compartir mi cielo contigo, recibo más soles de los que alguna vez pedí.
Y es que, cuando estoy allí, y te veo, la aguja deja de presionar el pecho.
Porque aunque algo duele, contigo me gusta reír
Y eso que tanto quema, se apacigua con la calma de tu andar.
Ya no ardo en éste infierno que deje surgir en mi piel
Es que caminando contigo, solo queda el aroma de un dulce despertar.
Tu que tienes tanta simpleza de ser, dominas la complejidad de la que siempre debo beber.
¡Y el tiempo ya no es tiempo! ¡Ni yo soy yo!
Mis más tristes hábitos, dejan de existir.
Mis tristes ojos, comienzan la regresión.
Y vuelven a las tierras, donde alguna vez deje lo infinito de mi alma.
Aunque por cierto, jamás lo sabrás.
Rushi.-
Mucho que estudiar -.- indeed,