Hipocresía, hipocresía ¿cuál será tu cara ésta vez?
Creo saber, en qué ojos estás.
Niña bonita, etiqueta coqueta.
¿De dónde proviene ese resentimiento?
Aquel juego llamado mentira,
Palabras llevas, palabras traes.
Eres cruel, les robas la esencia, te nutres con tristeza.
Comes, comes, comes y ¡Comes! Luego te alejas…
Pero, hoy te has equivocado,
No puedes alcanzarme,
Yo te grité porque te vi pasar muy apurada,
Y dejaste caer sin darte cuenta… una de tus máscaras.
Que sorpresa, me reía en la ironía, ¡esa cara yo la conocía!
Pero, hay un punto, entre el la comprensión y la dureza.
A vos, que vas de vestido en vestido,
De rostro en rostro, zapato en zapato.
Huyes de nada, caminas hacia la nada y te mantienes en la nada.
Nadie puede tener el destino de otra persona,
Las plegarias hechas con esa intención son quemadas antes de alcanzar el cielo.
Tatuada llevaras la marca de tu karma que el mismo sol te ha impuesto.
Y mi único deseo, es que encuentres más lugares a donde ir.
Porque… linda niña, yo se que escondes.
En la fría noche, en donde el silencio ensordece a las ánimas,
Estás sola, ahogada en la agonía del vacío.
Asustada y tus brazos abrazan tus rodillas.
Ahí realmente, te ves a ti misma.
Comienzas a ver tu verdadero rostro,
No tienes más remedio, la noche destruye las máscaras.
Y no puedes, no te animas a abrir los ojos.
Tu rostro, lo vez horrible, como el de una bestia.
Y esa será tu condena, hasta que puedas encontrar tu alma en esa fealdad.
Aquí no vengas, no vuelvas.
Yo estoy fuerte, la vida me ha hecho fuerte,
Tengo los ojos débiles de tanto mirar, pero mi alma sigue intacta.
Me niego a dártela. Ella tiene principios, ella me hecho crecer,
¿Realmente crees que vas a quebrarme?
No te equivoques.
El fuego se combate con fuego.