Siento como si fallezco,
En ojos turbios, resecos y enfermos.
La mente, eso es…la mente
Lo que me vuelve endeble y me enloquece.
Me rompo en cuantas manos me sostengan
Y me levanto apoyada en todas las penas.
Y en la estadía en esta tierra
Aún me queda toda la espera.
Me quiebro, me hundo y me desvanezco
Me levanto, crezco y olvido,
Otra vez…me hiciste la cara de tu juerga.
Morbosos labios que habían dejado
Manchas de deseo y sufrimientos pasados,
En pequeños túmulos de mis ingenuos labios,
Que habían estado dispuestos para tus cuentos.
Estoy muriendo, muriendo porque mi sangre se vuelve madera
Por quien me hizo una marioneta.
Con cuerdas flojas, para escapar
Y terminar en el mismo escenario
Al jalar las cuerdas, el corazón presionaba;
La mente contradecía pero en ese momento yacía depravada.
Tan débil, tan desgreñada
Utilizando ilusiones de necrofagia.
Pero que irónico, ya no lo pienso… no…ya no lo pienso.
De quien hoy yo me he olvidado
Antes fue suplicio y encanto.
Ya no es trova de nefasto llanto
Si no de voz y corazón depreciado
Broncas calmadas y de pérdida despojada
Aire nuevo y ardua caída que te darás alguno de estos días.
Muerde tu lengua he abierto mis ojos
Escarba en tu piel y sostente en tu linfa
He dejado de ser amuleto en tus asuntos
Soy ahora de quien has aprendido
Que la vida entrego a quien yo decido.
Libre en pensamientos, el corazón ya no presiona querido…
He vuelto a ser ilusa de mis promesas
Y mujer de sangre y no de tela cocida
No trapo viejo si no piel que quema en cuanto yo deseo
Señora de mis mares
Y hogar de mis ansias.
Y si por esas casualidades se te ocurre volver a tus cuerdas
Recuerda no atar mis palabras y ensuciar mis historias
…Ni mis labios ni mi alma, mueren por tus ojos…
Y si alguna vez sientes las espinas en tu sangre
Es que la madera muerta ha empezado a nacer
Y se ha convertido en tu dueña…









0 opinión del viajero:
Publicar un comentario